"Nosotros los Ogoni hemos sido engañados durante los últimos 41 años en relación con una justa redistribución de los ingresos obtenidos de la prospección y extracción de petróleo en nuestra tierra por parte de Shell, con la ayuda del gobierno de Nigeria. No es necesario reiterar el hecho que en una tierra bendita en abundancia por la naturaleza nos hemos visto enfrentados a la pobreza y la injusticia. Nuestro pueblo no tiene para mostrar más que su sacrificio y durante mucho tiempo esta gigantesca corporación multinacional ha estado humillando nuestra existencia. Shell ha deteriorado nuestro ambiente con la prospección petrolera y nos ha dejado a cambio una tierra degradada y contaminada y un aire y un agua envenenados" señala una declaración de MOSOP-UK (Movimiento por a Sobrevivencia del Pueblo Ogoni, por su sigla en inglés) emitida el 10 de setiembre de 1999. Los Ogoni rechazaron el así llamado "Programa de Desarrollo" propuesto por la empresa para sus territorios y declararon a Shell "persona non grata" en Ogoniland."
Esta y otras declaraciones de los diferentes pobladores de diferentes etnias coinciden en el abuso que viven sufriendo por parte de las petroleras, entre ellas Shell, el apoyo que reciben del gobierno y la lucha que generan entre los miembros de las diferentes etnias.
Es por esto que pudimos ubicar dos áreas grises. Por un lado tenemos el caso de Nigeria en donde Shell está en el ojo de la tormenta debido a que el gobierno Nigeriano había condenado a muerte a unos protestantes del pueblo Ogoni que reclamaban sus derechos debido a que eran afectados por las perforaciones realizadas por la corporaciones al delta del rió Níger. Así, Shell se negó a usar su influencia para evitar la condena por parte del gobierno dictatorial y estos fueron asesinados. En este caso el área gris estaría en que si Shell debe mantenerse realmente al margen de la situación (condena a protestantes) o involucrarse e intervenir para evitar el asesinato. En el caso, la empresa Shell se mantuvo al margen de la situación y por eso fue condenada por la opinión pública. Así, la empresa tuvo que acarrear con las consecuencias de su decisión. Si bien es cierto legalmente la empresa no tenía ninguna responsabilidad; es decir, era totalmente válido que la empresa se mantuviera al margen; al hacerlo fue en contra de lo que el pueblo consideraba un deber ético, el salvar una vida de una muerte totalmente injusta.
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